Energía solar fotovoltaica



La energía solar fotovoltaica es un tipo de electricidad renovable obtenida directamente a partir de la radiación solar mediante un dispositivo semiconductor denominado célula fotovoltaica.


Este tipo de energía se usa para alimentar innumerables aparatos autónomos, para abastecer refugios o casas aisladas de la red eléctrica y para producir electricidad a gran escala a través de redes de distribución.
Entre los años 2001 y 2012 se ha producido un crecimiento exponencial de la producción de energía fotovoltaica, doblándose aproximadamente cada dos años. Si esta tendencia continuara, la energía fotovoltaica podría cubrir el 10% del consumo energético mundial en 2018, y podría llegar a proporcionar el 100% de las necesidades energéticas actuales en torno al año 2027.

Gracias a los avances tecnológicos, la sofisticación y la economía de escala, el coste de la energía solar fotovoltaica se ha reducido de forma constante desde que se fabricaron las primeras placas solares comerciales, aumentando a su vez la eficiencia, y logrando que su coste medio de generación eléctrica sea ya competitivo con las fuentes de energía convencionales en un creciente número de regiones geográficas, alcanzando la paridad de red.

La tasa de retorno energético de esta tecnología es cada vez menos. Con la tecnología actual, los paneles fotovoltaicos recuperan la energía necesaria para su fabricación en un periodo comprendido entre 6 meses y 1.4 años; teniendo en cuenta que su vida útil media es superior a 30 años, producen electricidad limpia durante mas del 95% de su ciclo de vida.

Funcionamiento de una central eléctrica fotovoltaica: